En relación con su último trabajo, Etant Donnés, Duchamp guardó absoluto silencio. Durante los 20 años que le tomó su realización mantuvo una total reserva; nadie, salvo su esposa Teeny y, al final, su hijastro Paul Matisse, estaba enterado de su proyecto. Su propio silencio fue garantizado por la cláusula que establecía que la obra no se haría pública hasta después de su muerte, acaecida en 1968. Se trataba de un silencio mortal, que, entre otras cosas, comunicaba la incompatibilidad de encuentro de la obra con su autor, de su imposible contemporaneidad, de su espaciamiento.
María Elena Muñoz Méndez, Universidad de Chile - Facultad de Artes
Cursa el doctorado en Estética, Universidad de Chile. Licenciada en Artes, mención Teoría de las Artes, ha realizado cursos en Estados Unidos sobre arte norteamericano. Es profesora en el Departamento de Teoría de las Artes de la Universidad de Chile y coordina la
Unidad de Historia del arte en esa misma universidad. Ha escrito artículos en la Revista de Teoría del Arte y presentado ponencias en diversos coloquios de la especialidad.
Cómo citar
Muñoz Méndez, M. E. (2016). Dado el cuerpo de la virgen. Revista De Teoría Del Arte, (16), p. 143 – 149. Recuperado a partir de https://revistateoriadelarte.uchile.cl/index.php/RTA/article/view/39306