Una crítica desde la teoría de sistemas a las reivindicaciones culturales del pueblo mapuche que se basa en la crítica de la política de la identidad cultural, falla en ver la función social de las identidades culturales colectivas. Un enfoque de teoría de sistemas, como el propuesto por Stäheli y Bora, que no deje de lado la función de la cultura como memoria de la sociedad y de las semánticas como generalizaciones de sentido que sirven programarla, incluyendo la etnicidad, y que además supere la relación de jerarquía entre estructura social y semántica, respalda el poder creativo de las construcciones simbólicas para las operaciones de los sistemas sociales, así como su codeterminación recíproca. A modo de ilustración se estudian los desplazamientos que están ocurriendo mediante una serie de posicionamientos sociales de la política de identidad mapuche. El movimiento de protesta mapuche en cinco posicionamientos sociales conecta la interpretación que realiza mediante autodescripciones de sí mismo con una serie de problemas de la estructuras sociales derivados de programaciones del sistema político orientadas por el Neoliberalismo y otras consecuencias de la forma concreta de la diferenciación funcional en el Cono Sur. El ejemplo del artículo determina la posibilidad de reformular el concepto de cultura desde las teorías de sistemas sin perder con ello el objeto de la observación.